LA "MALA CIRCULACIÓN"

10.09.2018

"Vengo porque tengo mala circulación": así comienzan muchas de las consultas en cirugía vascular. 

Esta es una expresión coloquial que se utiliza para referirse a infinidad de patologías y síntomas, sobre todo de las piernas. Incluso algunos médicos la utilizan como recurso en pacientes con una clínica imprecisa, sobre todo el edema: "eso es de la circulación".

No debemos conformarnos con eso. Hablar de "la circulación" como algo abstracto no tiene ningun sentido y carece de rigor científico. 

LOS PROBLEMAS DE LA CIRCULACIÓN

El sistema circulatorio está compuesto por arterias, venas y linfáticos. 

Las arterias se encargan de aportar a los tejidos los nutrientes, oxigeno y energia necesarios para mantenerse vivos y realizar su trabajo. Los problemas arteriales pueden deberse a su estenosis u obstrucción, lo que conlleva un menor aporte de sangre a los tejidos, y la llamada patología isquémica, que va en orden de gravedad desde dolor al caminar (los musculos de las piernas no reciben la energia suficiente para realizar su trabajo y funcionar en esas condiciones produce dolor) al dolor en reposo y hasta los problemas de úlceras y gangrena (el aporte de sangre es tan precario que los tejidos comienzan a "morir"). La isquemia crónica en las piernas es una patología importante, que puede poner en riesgo la extremidad. Los problemas arteriales tambien pueden deberse tambien a la dilatación de estos vasos, los llamados aneurismas, que si es muy importante puede llevar a la rotura de los mismos. 

Los problemas venosos más frecuentes son la insuficiencia venosa y las trombosis. Las varices se deben a una insuficiencia venosa superficial: las venas deben llevar la sangre de retorno hacia el corazón, en las piernas eso supone trabajar en contra de la fuerza de la gravedad; cuando las venas no trabajan de forma optima o están lesionadas se produce además flujo en sentido contrario; lo que termina por sobrecargar y dilatar las venas más superficiales. Los sintomas de la insuficiencia venosa van desde la pesadez o edemas, a los cambios en la piel por el edema crónico, hasta las ulceras venosas. La insuficiencia venosa per se no pone en riesgo la extremidad, aunque las úlceras pueden precisar curas durante un largo tiempo. Hablamos de trombosis venosa cuando la sangre se coagula dentro de una vena. Cuando ocurre en el sistema venoso superficial, suele localizarse en una variz, y puede etiquetarse como tromboflebitis. Una trombosis en el sistema venoso profundo es más grave aunque menos frecuente, con una incidencia de complicaciones mayor (la embolia pulmonar entre ellas)

El sistema linfático consiste en una fina red de vasos que transportan la linfa de retorno al corazón. La linfa se compone sobre todo de proteinas y liquido intersticial. La patología linfática más frecuente es el linfedema; cuando el sistema linfático está lesionado la linfa se acumula en los tejidos provocando edema, que puede llegar a ser muy llamativo. 

De esta forma, ayudados por distintas pruebas diagnósticas, podemos concretar si la patología del paciente, por ejemplo el edema o hinchazón de la pierna, se debe a un problema de insuficiencia venosa crónica, una secuela tras una trombosis venosa o un problema linfático. Igualmente, ante el paciente que tiene dolor al caminar, debemos hacer las pruebas oportunas para diferenciar entre un problema arterial, muscular o articular entre otros.  

La "mala circulación" no existe, sino que existen patologías concretas, con distinta gravedad y pronóstico; y que tienen tratamientos muy diferentes. Todo pasa por un buen diagnóstico de cada caso, apoyado en estudios y pruebas.