¿POR QUE SALEN VARICES EN EL EMBARAZO?

10.02.2022

La aparición de várices durante el embarazo es una condición común y se atribuye principalmente a los cambios hormonales y físicos que experimenta el cuerpo de la mujer durante este período. 

Uno de los principales factores que contribuyen a la formación de várices es la progesterona, una hormona que se eleva significativamente durante el embarazo. La progesterona tiene el efecto de relajar las paredes de las venas, lo que puede dificultar que las válvulas venosas realicen eficientemente su función de llevar la sangre de vuelta al corazón. Esto, junto con el aumento del volumen sanguíneo, puede resultar en la dilatación de las venas y la formación de várices en las piernas. Por el mismo mecanismo pueden aparecer también varices vulvares. 

Los síntomas de la insuficiencia venosa durante el embarazo pueden incluir hinchazón, pesadez, dolor y la apariencia de venas dilatadas en las piernas. Estos síntomas tienden a empeorar a medida que avanza el embarazo y pueden ser más pronunciados al final del tercer trimestre, debido al aumento de volumen del útero y la compresión que ejerce sobre las estructuras venosas del abdomen y pelvis. 

Sobre todo en el último trimestre el edema de las piernas suele ser más importante. Aun así, siempre hay que consultar cuando aparece edema en el tercer trimestre porque hay que confirmar no sea en relación a HTA gestacional o preeclampsia. 

Aunque las várices durante el embarazo son generalmente benignas y suelen mejorar después del parto, existen algunos riesgos asociados. En casos más severos, las várices pueden causar molestias significativas y aumentar el riesgo de complicaciones, como trombosis venosa superficial o profunda. 

El riesgo de desarrollar várices durante el embarazo puede aumentar en mujeres que tienen antecedentes familiares, aquellas que han tenido múltiples embarazos, y aquellas que pasan largos períodos de pie o sentadas.

Aunque las várices durante el embarazo son en su mayoría una consecuencia temporal de los cambios hormonales y circulatorios, es importante abordar los síntomas y, cuando sea necesario, buscar orientación médica para prevenir complicaciones. La adopción de medidas como el ejercicio regular, mantener un peso saludable y elevar las piernas cuando sea posible puede ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la circulación venosa durante el embarazo. Igualmente el uso de medias de compresión ya desde el primer trimestre ayuda a evitar su aparición.